Crónicas al vuelo
Carlos Alberto Patiño
Es femenina y por lo tanto, contradictoria.
Te atrae y te rechaza.
Cuando la buscas, no te responde, pero si la ignoras, te daña.
Puedes estar seguro de que la conoces, pero ella te demostrará cuánto te falta.
Su edad es engañosa. Te muestra sus rasgos infantiles y una faceta adolescente; pero posee también los más antiguos espíritus.
Es
deslumbrante al mismo tiempo que sórdida. En sus recovecos ofrece
virtudes y vicios. Encanta con unas, te pierde con los otros. Como las
plantas exóticas te llama para devorarte.
Su cabellera resplandece
rojiza en las madrugadas y por las noches se ilumina, pero guarda
sombras que te hieren.Es territorio de todos y de nadie. Se da, pero te
repele. Te llama, se aleja, te reclamaEs tan bella como peligrosa; tan
violenta como seductora. Cuando se estremece, mata; apacible, te
convoca; violenta, te amenaza.
Es rica y pobre. Dominante y
humilde. Orgullosa, triste, encantadora. Muchos y muchas han querido
domeñarla. Le hablan, le susurran y le mienten, pero son tan pocos los
que logran conquistarla.
Es pródiga con encumbrados y parias.
Aloja a desesperados, noctámbulos y madrugadores. Emocionada escucha
lisonjas, indiferente oye denuestos. Si le place, responde; si se abruma
te ignora. Tiene actitudes de diva y de santa.
Puede darte lo que necesitas o negarte todo. Por eso la buscan muchos, por eso tantos la odian.
Es
altiva por derecho propio, tierna por naturaleza, salvaje por
convicción y noble por herencia. Confunde a los extranjeros, pero se
entrega a propios y extraños.Es tierna y amarga, dura y fascinante. Es
mi ciudad, la de México, la nuestra.
2001-2004
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