viernes, 19 de febrero de 2016

La amada

Crónicas al vuelo

Carlos Alberto Patiño

Es femenina y por lo tanto, contradictoria.
Te atrae y te rechaza.
Cuando la buscas, no te responde, pero si la ignoras, te daña.
Puedes estar seguro de que la conoces, pero ella te demostrará cuánto te falta.
Su edad es engañosa. Te muestra sus rasgos infantiles y una faceta adolescente; pero posee también los más antiguos espíritus.
Es deslumbrante al mismo tiempo que sórdida. En sus recovecos ofrece virtudes y vicios. Encanta con unas, te pierde con los otros. Como las plantas exóticas te llama para devorarte.
Su cabellera resplandece rojiza en las madrugadas y por las noches se ilumina, pero guarda sombras que te hieren.Es territorio de todos y de nadie. Se da, pero te repele. Te llama, se aleja, te reclamaEs tan bella como peligrosa; tan violenta como seductora. Cuando se estremece, mata; apacible, te convoca; violenta, te amenaza.
Es rica y pobre. Dominante y humilde. Orgullosa, triste, encantadora. Muchos y muchas han querido domeñarla. Le hablan, le susurran y le mienten, pero son tan pocos los que logran conquistarla.
Es pródiga con encumbrados y parias. Aloja a desesperados, noctámbulos y madrugadores. Emocionada escucha lisonjas, indiferente oye denuestos. Si le place, responde; si se abruma te ignora. Tiene actitudes de diva y de santa.
Puede darte lo que necesitas o negarte todo. Por eso la buscan muchos, por eso tantos la odian.
Es altiva por derecho propio, tierna por naturaleza, salvaje por convicción y noble por herencia. Confunde a los extranjeros, pero se entrega a propios y extraños.Es tierna y amarga, dura y fascinante. Es mi ciudad, la de México, la nuestra.
2001-2004

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